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domingo, 15 de febrero de 2015

Carnaval y Cumbia en Aldo Bonzi


Gran parte de lo que pueden leer a continuación en el artículo de Laura Ledesma, lo viví yo de pequeña en mi pueblo/barrio de Aldo Bonzi, en los años 60.
Mis abuelos y mi padre estaban en las  comisiones de la Sociedad de Fomento, mi padre y abuela Italia en la de Fiestas en aquel momento, razón por la cual yo pasaba muchas tardes ahí metida y no nos perdíamos la Fiesta de Carnaval como la mayoría de vecinos de entonces.
Tengo recuerdos muy bonitos de los CORSOS, con sus murgas, el desfile por la calle Lino Lagos, los pomos, el agua perfumada, los martillitos de plástico, mata suegras, serpentinas, dizfraces, bailes, reina, damas de honor y princesas de carnaval!!!
Pero si hay algo totalmente unido a estas fechas y a la Fiesta, eso es la CUMBIA, un ritmo que la verdad nunca fue de mi devoción pero es innegable el poder de seducción y alegría que tiene.
Quien puede resistirse a bailar con este compás?!!
mi abuelo Pedro De Ferrari y mi tío abuelo Italo Adami, 1970
en una cena de la Sociedad de Fomento.
Carnavales en Aldo Bonzi, artículo de Laura Ledesma.
Una época destacada de la vida del pueblo de Bonzi es cuando se organizaban los tradicionales carnavales. “Todo se concentraba en la Sociedad de Fomento. Era un patio muy grande con una sala donde estaba el bufete. Íbamos los niños, jóvenes y grandes. Los jóvenes siempre acompañados por el papá, la mamá o el hermano mayor”, recuerda una vecina del barrio.
Era el festejo del pueblo, del que participaba toda la familia. Las calles de los distintos pueblos vecinos se llenaban de alegría y color. Disfraces, agua y papel picado eran los principales protagonistas.
En Bonzi era toda una tradición. Para mediados de la década de 1940 surgieron estos festejos. La Sociedad de Fomento era el centro de la fiesta. Hasta los primeros años de la década del 50 el carnaval era muy característico.
El patio de la Sociedad todavía no estaba techado. Por la tarde había festivales y a la noche se hacían los bailes. “El salón era adornado con guirnaldas y luces de colores. Se colocaban sillas todo alrededor y las chicas íbamos vestidas con nuestra mejor ropa”, recuerda una vecina de más de ochenta años. Se usaba papel picado y serpentinas a montones. Algunos muchachos llevaban perfumeros, una botellita cilíndrica con pico de pomo con el cual tiraban un chorrito de agua a las chicas. Los más osados le ponían un poquito de perfume al agua, para que tuviera un olorcito especial.
Para los festejos del carnaval de 1948 se organizaron los grandes bailes, ya se había construido la pista, con la colaboración de Don Ambrosio Stefanoni, quien colocó las baldosas de granito y se estaba construyendo la cancha de básquetbol, por lo tanto los ocho días de carnaval eran los más esperados por el vecindario. Los señores Almada y Rojas donaron un par de medallas de oro y plata, y una plaqueta para la mejor máscara y disfraz que concurrieron a la fiesta carnavalesca.
Los jóvenes, en especial las mujeres, no podían ir solos. Iba la familia entera o los acompañaba un hermano mayor. Muchos noviazgos nacieron en estos bailes. “¿Me permite?”, preguntaban respetuosamente los varones para bailar con una chica.
La muchachada iba en grupo de baile en baile. Desde Bonzi se iban a Tapiales cruzando la playa del ferrocarril y alternaban con la gente Juvencia, El Social, El Cultural y El Fortín.
Se escuchaba jazz, twist y rock. También la raspa y la tarantela. Con el tiempo vinieron las orquestas al carnaval de Bonzi. Y estas orquestas eran conocidas como La Típica, que interpretaba música ciudadana, tango, milonga, vals, etc; y La Característica, era la que llevaba la mejor parte, porque interpretaba la música bailable.
Muchos recuerdan al “gordo” Carere, que era junto con su hermano Angres dueño del único bar con billares que había en el pueblo. Una noche iba disfrazado de rumbera y otra entraba a la pista montado en un burro.
Hacia el verano de 1959/1960, se formó una comisión nueva que estaba integrada por los señores Cornelio Arellano, Roberto Finochieto, Teofilio Feder, José Cataldo, Jorge Cataldo, Bernardo y Julio Guasco, Sr. Ondetti, Francisco Iglesias, Segundo Gradaschi, José Argentino Muraco, y después se sumaron los señores Jorge Cabrer, Atilio Chiampini, Bonsignore, Lidia Clerico y muchos más. Con esta comisión, se organizó el carnaval carioca y se techó toda la pista con ramas de palmeras, que fue realizado por los 32 chicos y chicas de la sub comisión de fiestas.
Fueron ocho bailes con un éxito tremendo. Hasta estuvo presente el Sr. Intendente Municipal de La Matanza, Remigio Colombana, y se subió al escenario para felicitar a la Sociedad de Fomento por el éxito. El Polaco Provoda, disfrazado de rumbera, le dio un beso que le pintó toda la cara. Afortunadamente, el intendente lo tomó con mucho humor.
Con respecto al corso, el primero se realizó en el año 1960/1961, por el Centro de Comerciantes de Aldo Bonzi, que se había formado unos años antes. Todas las guirnaldas de luces de colores, con sus 1200 metros de cables, portalámparas y bombitas fueron pagadas por dicho centro de comerciantes, que estaba integrado por los señores David Sarpestein, su hermano Cholo, José Seleme, Jorge Cataldo, Osvaldo Guido, Pascual Vituzzi, Bonsignore y otros. Dicho armado de guirnaldas lo hico el señor Britos.
Se contrataron a las murgas Los Chiflados de Liniers y Los Elegantes de José Ingenieros, que se constituían con 100 murgueros y 25 vedettes travestis con trajes con plumas. Con ellos desfiló la travesti Pedro Sombre, reconocido en muchos países, siendo éste hermano de la cantante Ramona Galarza.
Desfilaron de Alico hasta la Estación. Paraban en el palco que estaba en la esquina de Lino Lagos y Darragueira, luego entraban en la pista de La Fomento, salían y empezaba el baile. Este fue el primer corso de Aldo Bonzi, después siguió uno o dos años más.
Poco después, la Fomento suspendió la organización de los carnavales por “no contar con la colaboración de la masa societaria”, según consta en sus actas, pese a que en otros tiempos los bailes de carnaval eran la mayor atracción del pueblo.
En enero de 1968 se aprobó nuevamente la realización de los corsos sobre Lino Lagos. En ese año se formó una comisión para este propósito, integrada por José Seleme, José Muraco y Frustaci, acompañados por Italo Adami y otros ayudantes.
Aquí comenzó otra época para el carnaval en el pueblo. Comenzaron las fiestas más concurridas de su historia. Desde la Sociedad de Fomento y hasta la Estación se extendía el corso. Se colocaba un escenario en la esquina de Lino Lagos y Darragueira, frente a la panadería La Francesa, y todo era fiesta, color, agua y papel picado.
“Los Chiflados de Liniers”, “El Centro Murga”, “Los Rebeldes de San Justo”, “Los Diamantes de Darwin” y “Los Elegantes de José Ingenieros” fueron algunas de las tantas comparsas que pasaron por la calle principal del barrio. Era un gran despliegue de bailarines y vedettes, la mayoría travestis en ese entonces, que animaban a la familia a bailar y divertirse.
Una guirnalda de lamparitas de todos los colores iba de vereda a vereda a lo largo de esas cuatro cuadras. En el Salón de La Fomento competían los más chiquitos por el mejor disfraz y por la noche seguían los tradicionales bailes.
Fue con la llegada de la última dictadura militar que se dio fin a esta tradición tan linda para todos los pueblos. Con la excusa de que no eran justificables esos días de feriado, se fueron apagando poco a poco los gritos y la música característica del mes de febrero.

Por Lic. M. Laura Ledesma. 

1 comentario:

  1. Los invito a escuchar y ya que estamos en un domingo de carnaval también bailar al ritmo de estas cumbias im-presionantes!!!
    Si están en Argentina, cuidado al salir a la calle que de cualquier rincón les puede caer un balde de agua !!!

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Todo lo que hagas en la vida es insignificante, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará.
Gandhi.

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