El marrón es uno de los colores más representativos de la naturaleza y sin embargo es considerado por muchos un color neutro, aburrido.
El marrón nos remite a la tierra, al barro, a la madera, a los bosques en otoño y a la piel de los animales.
Más que un color es una mezcla de ellos, en múltiples combinaciones que dan lugar a todas las variedades de ocres, pardos, tostados o castaños.
Asociado habitualmente a lo viejo, pobre, feo o marchito, el marrón nos habla también de lo auténtico y natural, transmite calidez e invita al recogimiento, aportando equilibrio, estabilidad y una gran dosis de realidad, y así lo vemos a través de los cuadros
El marrón nos remite a la tierra, al barro, a la madera, a los bosques en otoño y a la piel de los animales.
Más que un color es una mezcla de ellos, en múltiples combinaciones que dan lugar a todas las variedades de ocres, pardos, tostados o castaños.
Asociado habitualmente a lo viejo, pobre, feo o marchito, el marrón nos habla también de lo auténtico y natural, transmite calidez e invita al recogimiento, aportando equilibrio, estabilidad y una gran dosis de realidad, y así lo vemos a través de los cuadros
