1- Lavamos muy bien los membrillos y los cortamos en cuatro partes, así podemos quitar bien las semillas y la parte dura que las protege. No es necesario quitar la piel.
2- Vamos cortando cada trozo en lonchas finas y las disponemos de forma que cubran el fondo de una cazuela u olla dónde luego las vamos a cocinar.

3- Sobre esa primera capa de "lonchas" de membrillo, agregamos una capa de azúcar y luego la cubrimos con otra capa de membrillo laminado, con su piel y todo.
4- Otra capa de azúcar y otra de membrillos, así hasta terminar con ellos.
5- Al terminar de cortar toda la fruta cubrimos con la última capa de azúcar. Tapamos y dejamos macerar por lo menos dos horas, o mejor, toda la noche.

6- Con el líquido producido durante la fermentación, es suficiente para llevarlo al fuego, aunque podemos agregar un chorrito de vino blanco y un poco de limón.

8- Una vez cocido, dejamos atemperar y trituramos muy bien la compota que hemos logrado. Es el momento de llevar este pué o "papilla", a los moldes o recipientes deseados. Dejar que termine de enfriar a temperatura ambiente y luego llevar a la nevera.
Ejemplo: tres membrillos se convirtieron en 750 gr de dulce.