Perdiendo poco a poco las hojas y dejando una
alfombra amarilla en Aldo Bonzi, pronto solo
se verá la estructura de las ramas y sus racimos
de bolitas doradas diciendo que llegó el invierno,
tal vez los cubra la nieve como ese nueve de
julio de dos mil siete.
Entonces hará mucho calor en Alicante pero la
sombra de estos árboles estará para taparme.


