El miercoles a la tarde he tenido un cruce de recuerdos al
conocer que dos personas por quien sentía un gran cariño se habían marchado por
ese camino al que no podemos saber dónde nos lleva.
Lo recuerdos que se presentaron tenían que ver con lo que
estaba pasando en ese momento, con el mundial, con la llegada de argentina a
otra final, como en aquel 1978 después del 6 a 0 a Perú, un país salía a
festejar por sus calles y no estuvimos ausentes de ese festejo.
Recuerdo a vos y
tus hermanas en el auto junto a tus viejos, en ese Peugeot 504 color claro y yo
con mi vieja siguiéndolos con ese viejo rastrojero por la Richeri, tocando
bocinas, agitando alguna bandera, que alegría.
Como paradoja del destino
futbolero este miércoles, esta semi, se jugó con Holanda, el rival de la final
del 78, y ahí viene el otro recuerdo, el enano siempre recordaba que se fue al
centro para ver y festejar si Argentina salía campeón y comentaba que se paraban
frente al banco de Holanda en la calle Florida y cantaban y saltaban gritando
“el que no salta es un Holandés”.
Decía, dos personas por las que guardaba y guardare por
siempre mucho cariño.
Tu viejo, por quien conocí como era una locomotora de tren
por dentro y viajar en ella, recuerdo imborrable y momento irrepetible,
sencillo, pero importante para la fantasía cumplida de cualquier niño de
nuestra época, Manejar un Tren.
El haberlo acompañado a ver a su
Boca en tiempos en que el futbol era casi exclusivo de los varones. Que gran
tipo don Ricardo.
Que gracia de Dios fue poder verlo hace unos meses y charlar
más de media hora como si el tiempo no hubiera pasado.
Que padrazo, siempre
preocupado por darle a sus hijas lo mejor. Seguro que ya estará junto a tu
vieja. El cebándole mates mientras ella termina algún vestido de novia para la
próxima fiesta. Tal vez estén dando alguna vueltita con el auto y encontrándose
con mis viejos para compartir un asado en aquella casa de C. Evita. Ricardo y
Pochi siempre estarán en mi corazón.
Que decir de Eduardo, compañero de estudios, amigo y
compinche de juventud, caminos distintos nos alejaron muchos años, nos volvimos
a encontrar en este tren de la vida que nos sube y baja en distintas estaciones
y nos da la posibilidad de unir pasado y presente como si las horas, los días y
los años no pasaran.
El miércoles seguro que también ha estado saltando y
gritando el que no salta es un Holandés y preparando los festejos para que junto
a tus viejos y los míos griten otra vez ARGENTINA CAMPEON DEL
MUNDO.
Guillermo Quiroga.
Guillermo Quiroga.
agosto de 1978, a un mes de Argentina Campeón!!! |
si bien este mail me llegó a mi cuenta personal, decidí compartirlo aquí, (previa autorización del autor), por que creo que todos los que vivimos aquel Argentina - Holanda del 78, tan épico, tan feliz no podíamos abstraernos del paralelismo histórico, por eso ahora agregué una nota del ex jugador de la selección Juan Pablo Sorín al pie de la foto de Kempes.
ResponderEliminarEn general seguro fue así, pero para nuestro grupo de amigos y para ciertas personas en particular y ahora me refiero a Guillermo, autor de este mail, el paralelismo de este pasado 9 de julio con aquel día de la final, así como para mi ha sido casi diría sobrenatural.
Se que desde las emociones se exagera todo, pero no puedo dejar de agradecer una vez más a Guillermo por este gesto tan inspirado, tan bonito, tan auténtico, con el que manifiesta y comparte la sorpresa, el dolor, el cariño y el recuerdo de siempre y ya para siempre a un amigo, el Enano y a un referente, mi padre Don Ricardo.