Un icono siempre vigente
Tendencia de una época recordada y atesorada, hoy la silla Mar del Plata, o Bristol, es un icono marplatense. Hecha a base de mimbre, la silla fue mutando en sus tamaños y colores, siempre manteniendo su forma original.
Con registros que atestiguan su uso desde 1910, los orígenes de la silla Bristol o Mar del Plata, no son del todo claros. Sí se sabe que fue creada para ser utilizada en la playa, debido al material con que fue construida: el mimbre. Esta fibra vegetal, que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces, permite ser usada de modo libre y flexible para tejer y crear muebles, cestos y otros objetos útiles.
Desde el Archivo Museo Histórico Municipal Roberto T. Barili, se asegura que su construcción data de principios del 1900 y que está basada en las ideas de artesanos franceses y uruguayos que habían venido a trabajar en las escolleras de la ciudad balnearia.
Reconocida como una insignia local o un bien cultural bien local, la silla sigue vigente en la memoria de la gente. Un claro ejemplo de esto es que su imagen fuera utilizada para identificar a una de las ediciones del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. O el hecho de que aún sea expuesta y usada, con fines decorativos y de recuerdo, en algunas confiterías o en las casas de los más nostálgicos.
En el 2008, se presentó un proyecto de ordenanza que proponía se declarase a la silla como Patrimonio Histórico, Simbólico, Social, Artístico y Cultural al considerar que “es un emblema de la playa” y “un ícono ligado a la memoria de los marplatenses y los turistas”.
El 12 de junio del 2009 fueron declaradas por decreto 1331 Patrimonio Histórico, Simbólico, Social, Artístico y Cultural.
La silla Mar del Plata se está convirtiendo en un recuerdo vivo de antiguos veranos. Es parte de la identidad marplatense.
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