200 gramos de harina
200 gramos de nata líquida
Una cucharadita de sal
Mezclamos los ingredientes, amasamos y luego dejamos reposar media hora en la nevera.
Luego estiramos la masa con un palo y la cortamos en tiras.
Vamos enrollando cada extremos hacia el centro, hasta que se encuentren. En ese punto, "montamos" uno sobre otro y le damos una pequeña presión con el dedo, para fijar la posición y que no se despeguen.
Los vamos colocando sobre una placa de horno, enmantecada o poniendo un papel vegetal para que no se peguen.
Metemos unos diez minutos en el horno precalentado, o simplemente los sacamos en cuanto se vean un poco dorados.
30 de noviembre,
Día del mate argentino