No, yo no conocí a Walter ni a su abuela, creo? me refiero personalmente, ya que desde lo sucedido en 1991 Walter pasó a formar parte de la memoria colectiva de un país y quedó asociado a un grupo y ambos dos a un pueblo, al pueblo de Aldo Bonzi, mi pueblo. Luego esta mujer, su abuela pasó a ser el símbolo de la lucha buscando justicia, como tantas otras abuelas. Ayer murió, lo acabo de ver en la prensa de hoy y con esto no quiero pecar de atrevida, solo hago esta entrada como "pequeño homenaje", un testimonio para dar a conocer un poco más el caso y la lucha de esta mujer y todo un pueblo.
El destino, o no sé qué, tiene coincidencias macabras o simplemente muy tristemente evocadoras, significativas. Que logran acentuar, aumentar el dolor, la pena por la fatalidad indiscriminada, irresponsable y previsible en definitiva. No hay consuelo ya, ni disculpas ni nada para alguien que se apellide Bulacio, por que Bulacio somos todos.
No, yo no conocí a Walter ni a su abuela, creo? me refiero personalmente, ya que desde lo sucedido en 1991 Walter pasó a formar parte de la memoria colectiva de un país y quedó asociado a un grupo y ambos dos a un pueblo, al pueblo de Aldo Bonzi, mi pueblo.
ResponderEliminarLuego esta mujer, su abuela pasó a ser el símbolo de la lucha buscando justicia, como tantas otras abuelas.
Ayer murió, lo acabo de ver en la prensa de hoy y con esto no quiero pecar de atrevida, solo hago esta entrada como "pequeño homenaje", un testimonio para dar a conocer un poco más el caso y la lucha de esta mujer y todo un pueblo.
El destino, o no sé qué, tiene coincidencias macabras o simplemente muy tristemente evocadoras, significativas. Que logran acentuar, aumentar el dolor, la pena por la fatalidad indiscriminada, irresponsable y previsible en definitiva.
ResponderEliminarNo hay consuelo ya, ni disculpas ni nada para alguien que se apellide Bulacio, por que Bulacio somos todos.